TES

domingo, 20 de enero de 2013

Temporada Teatral 2012. Cía Teatro en Sepia (TES)

Pre estreno de la obra " Afrolatinoamericanas de Voces, Susurros, Gritos y Silencios". Selección de textos Alejandra Egido y Lea Geler.

Museo de la Mujer. 7 de septiembre 2012 

Intérpretes. Natalia Morales, Irene Gaulli, Silvia Balbuena, Carmen Yannone, Anastacia Giménez

Equipo Técnico. Voz en off Derli Prada

Coreografia. María Zegna

Vestuario. María Ontiveros

Diseño de Luces. Leandra Rodriguez

Escenógrafo. Adrián Levi

Filmaciones y edición. Natalia Morales e Ignacio López

Producción. Shirley Giménez 

Dirección Alejandra Egido 

  

Estreno de la obra "Afrolatinoamericanas de voces, susurros, gritos y silencios" de Lea Geler y Alejandra Egido

Centro Cultural Raíces.  Agrelo 3045. CABA

Primera función viernes 5 de Octubre del 2012 a las 21hs.
Funciones todos lo viernes de Octubre y Noviembre a las 21hs.



Esta obra es la puesta en escena de diversos textos históricos y poéticos escritos por mujeres afrolatinoamericanas que relatan las gestas, pasiones, pesares e ilusiones de las mujeres afrodescendientes de Argentina y Latinoamérica, desde la época de la esclavitud hasta nuestros días. Llegadas a territorio latinoamericano en los barcos esclavistas, secuestradas y privadas de todo libertad, estas mujeres lucharon, se rebelaron y tejieron estrategias que les permitieron no solamente sobrevivir sino rehacer sus vidas, entrelazándolas con la todo un país (y un continente) que aun no toma conciencia de su presencia ni de su historia haciendo recaer sobre ellas muchas veces el olvido, la discriminación y los prejuicios.
La puesta abre con la imagen de Sarah Baartman tristemente conocida como La Venus Hotentote, expuesta en ferias europeas para ser observada como un animal salvaje a principio del siglo XIX. Su fuerza y recuerdo unirá a las mujeres afrodescendientes a lo largo de la historia y del territorio. Cada afrolatinoamericanas recibe este mensaje y, a su vez en las manos de cada una el mensaje se resignifica.
Pero estas mujeres no dejan de compartir con Sarah Baartman una situación de estereotipación, e hipersexualización: son miradas, observadas, expuestas…. En este circo en el que sin quererlo las afrolatinoamericanas son protagonistas, irrumpen tiempos y espacios diversos trazando continuidades y rupturas.
Declara Doña María Antonia Mercado ante la justicia eclesiástica provincia de Córdoba (Argentina) de la primera mitad del siglo XIX.
Quiere divorciarse de su esposo ya que este abunda en vicios, juegos y amancebamientos, con esclavas y pardas con las que tiene varios hijos. Vemos como esta mujer trasciende su época poniendo en tela de juicio ante la sociedad la moralidad de la familia frente a la introducción de hijos ilegítimos en el matrimonio mediante el adulterio. Y llama a declarar como testigos a mujeres esclavas, pardas y libres que exponen sus declaraciones y estrategias.
El personaje de Josefa Tenorio a inicios del siglo XIX, convierte el mensaje en una reflexión literaria. Es una carta que ella hace al general San Martín, llena de cuidadosas y contenidas palabras. Bien sabe que el haber ido a la guerra vestida de hombre es una acción que trastorna el orden patriarcal de su época.
Tan certeras son sus dudas al respecto que la historia recoge la siguiente solución a sus pedidos: “Días más tarde (de haber recibido la carta de Josefa) el general San Martín ordenó: Téngase presente a la suplicante en el primer sorteo que se haga para la libertad de los esclavos”.
El mensaje va trasladándonos de escenarios lejanos a otros más modernos, donde van aflorando personajes de mujeres más cercanas a nosotras mismas. Es recibido por una mujer que hace uso del aquí y del ahora y lanza al viento y a todos su declaración de principios: Soy como soy, como lo cuenta la poetisa costarricense Shirley Campbell Barr, “porque me da la gana”.
Nuestra performance va y viene del pasado a la modernidad, y se adueña nuestro mensaje de las manos de una mujer que lamenta haber cambiado la tradición oral africana por los libros de filosofía, como se lamenta la poetisa cubana Georgina Herrera. Reconoce que no sabe hacer cuentos, como las negras viejas que con sus narraciones consolaban los velorios.
No oculta en sus versos un fino temor nostálgico, un miedo inmenso de haber tejido el hilo por donde se escapan para siempre la tradición y la cultura.
Ya nuestro mensaje pasa de la mano de una mujer a la de la otra, están todas en escena, se acompañan, se oyen, se expresan, concluyen. Algunas recogen cartones en la calle y viven en favelas, como lo hacía Carolina María de Jesús en Brasil, otras permanecen defendiendo a su “amo” para que la libertad de sus hijos sea duradera.
Con estos hilos invisibles y fuertes, con la pluralidad de un mismo mensaje, está tramada esta performance. Pero, a pesar de las declaraciones y testigos presentadas, María Antonia Mercado no consigue ganar el juicio. Y a pesar de las solidaridades e historias compartidas el circo continúa.



Piezas adaptadas de:
Siglo XVIII:
Declaración en Buenos Aires de Paula Gorman, negra esclava del Dr. Don Miguel Gorman, en 1789, para ser separada de su amo.
Siglo XIX:
Carta escrita en 1821 por la esclava Josefa Tenorio a San Martín, Monteagudo y Guido, en la que pide su libertad después de haber servido a la patria en sucesivas batallas.
Recreación del juicio de divorcio ocurrido en la ciudad de Córdoba (Argentina) entre 1805 y 1841.
Poema afrofemenino anónimo titulado “El aire y el agua”. Reproducido en el periódico afroporteño La Perla, 1878.
Pieza de Eduardo Gutiérrez sobre Mamá Carmen (ca. 1879), escrita durante la Campaña al Desierto.
Siglos XX y XXI:
Poema “Porque me da la gana”, de Shirley Campbell Barr (Costa Rica).
Poema “Elogio para las negras viejas de antes”, de Georgina Herrera (Cuba).
Diario de Carolina María de Jesús (Brasil).


Fotos de la obra.






Criticas



Columna de teatro de Marina Rosetti en Nacional Rock FM 93.7

Programa: La mañana con Sergio Secchi (Lunes a viernes de 7:00 a 9:00)
Columna del martes 18 de septiembre de 2012 (desgrabación)

Sergio Secchi (SS): Son las 8 y 27 minutos de la mañana, 13 grados en la ciudad de Buenos Aires y le damos la bienvenida a Marina Rossetti, si no la conocen es nuestra columnista de teatro. ¿Cómo le va?
Marina Rossetti (MR): Buen día Sergio ¿como estas?.. (Saludos)
SS: Bueno teatro…hoy día martes tenemos dos recomendaciones
MR: ¿Vamos con la primera?
SS:
MR: Es una obra que se llama Afrolatinoamericanas. De voces, susurros, gritos y silencios. Se va a presentar todos los viernes de octubre y noviembre a las 20:30 en el Centro Cultural Raíces, ahí en la calle Agrelo 3045. Yo tuve la oportunidad de verla este viernes pasado, ahora se toman unas mini vacaciones hasta que empiece el mes de octubre. Es una obra que desde el vamos es interesante porque los textos de la obra están escritos propiamente por mujeres afrolatinoamericanas contando sus vivencias desde la época de la esclavitud hasta la actualidad. Utiliza un recurso casi cinematográfico de ir y volver en el tiempo contando la historia que les tocó vivir a estas mujeres. Invitan a la reflexión de lo que pasa con la cultura afro en la actualidad, lo que ellas sienten que representa, por ejemplo la discriminación, la negación de la cultura, básicamente lo que hace es eso, es poner en evidencia lo que sucede con la cultura.
SS: y a pesar del paso del tiempo ¿no? Uno cree que hay muchos derechos logrados pero sin embargo hay muchos que aún no
MR: que siguen siendo negados y sobre todo si uno se para en la perspectiva de cómo nos contaron la historia. Eso es lo que trata de develar. A pesar de que dura 45 minutos, una obra corta pero pone en evidencia lo que tiene que poner. Invita a este cuestionamiento de lo que pasa con la cultura afro.
SS: Me imagino que debe ser muy intensa para contar todo esto que estás narrando ahora ¿no?
MR: Es intensa, es intensa con un texto muy muy bien logrado de Alejandra Egido. La obra empieza con una escena donde una mujer trata de rebelarse nada más y nada menos –en el siglo XIX- ante la corte eclesiástica queriendo divorciarse de su marido por haberle descubierto varias  infidelidades… imaginate lo que significaba esto
SS: si, si ¿qué está pidiendo esta mujer?
MR: Eso.. ¿qué está pidiendo esta mujer en ese contexto? y de ahí en más se desatan las otras cuatro historias también de mujeres que pretenden liberarse de algún modo, de las opresiones que vienen sufriendo como esclavas. Tienen un denominador común estas cinco mujeres en escena que es precisamente esto: el querer liberarse cada una a su manera y respetando siempre la cultura afro. Así que es muy recomendable para ver se va a presentar como decíamos al principio los viernes de octubre y noviembre en el Centro Cultural Raíces
SS: Los viernes tempranito 20:30 en Agrelo 3045 ¿esto que es? ¿Palermo?
MR: si
SS: me suena la calle no sé si es Palermo…entonces a partir de octubre los viernes
MR: si el primer viernes 5 de octubre
SS: no les dije aún que Marina tiene un blog muy interesante donde plasma estas críticas y otras vamos a darlo para que la gente lo conozca
MR: ¿Decimos el elenco de esta obra? ¿Quienes la integran?
SS: Como no…
MR: Anastasia Jiménez, Carmen Yannone; Irene Gaulli, Natalia Morales y Silvia Balbuena. La dirección es de Alejandra Egido y en el guión también está Lea Geler
SS: Muy bien esta es la presentación y después vamos a recordar en octubre para que la gente la tenga presente
MR: Sí vamos a recordarla porque vale la pena verla
SS: Porque siempre hubo raíces afrolatinoamericanas en nuestro país
MR: Sí y sobretodo hay un punto fundamental que es esto: cómo nos contaron la historia, poder indagar eso.
SS: Bueno en un ratito vuelve Marina Rosetti con más teatro.



Revista Quilombo.Nicolás Fernández Bravo



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Actualidad, Revista 85 — 19/09/2012 20:55






Artes escénicas I “Afrolatinoamericanas”, de Alejandra Egido



Las personas detrás de la escena: Afrolatinoamericanas ayer y hoy

El encantador Pasaje Rivarola, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, apenas si parece un lugar para encontrar una obra de teatro que discute radicalmente las formas de la representación en torno a las mujeres afrolatinoamericanas. Pero, ¿existe un ámbito ‘normal’ para hacerlo?
El reestreno de la obra Afrolatinoamericanas”–dirigida por Alejandra Egido, con la participación de la antropóloga Lea Geler e interpretada por la compañía de teatro TES, integrada por actrices afrodescendientes– es un desafío artístico para repensarlo todo: el tiempo, la escena, el verbo.
Compuesta a partir de fragmentos de voces de mujeres cuyas vidas fueron racializadas por la modernidad, la obra invita a perderse en la lógica de la secuencia histórica, interpelando la linealidad del tiempo. El discurso zoológico y circense que marcó la vida y el cuerpo de Sarah Baartman (la “Venus Hotentote”) cuando fue exhibida en Londres durante la primera década del siglo XIX, penetra incómodamente en el presente. Al hacerlo, las voces detrás de los velos descienden, bajan hacia las oscuridades del sexismo y el racismo, denuncian la violencia pública pero también la privada que se esconde en una cacerola o en la “lengua endemoniada”.
En esta nueva versión de la obra, Egido y Geler optaron por indagar en los pliegues más sutiles de las historias soterradas por la invisibilización y el silencio. La elección de la mezcla, tanto racial como cultural y lingüística (e incluso, técnica), es un recurso acertado para colocar en escena la confusión de voces. Solo que la persistencia profunda del tiempo –ver, oír, callar desde tiempos memorizables– recuerda que la hibridación jamás supone el olvido. Por el contrario, lo vuelve más difícil, más paradójico, más entreverado. La pureza, nos recuerda Fanon, aliena tanto si se la adora como si se la execra.
El afianzamiento actoral de intérpretes ya conocidas en trabajos anteriores de la compañía se ha visto renovado con la irrupción de nuevas actrices, en el marco de una concepción estética y ética que colocan a Afrolatinoamericanas en la frontera de una nueva forma de concebir el teatro y experimentar con “lo dicho”. Una forma virtualmente desconocida para una ciudad con una exuberante, acaso selvática y no siempre sorpresiva cartelera.
Indudablemente, el proyecto de la cubana Egido se encuentra removiendo el humus sobre el que se asienta nuestra comodidad, y lo continuará haciendo en la medida que el mirar, el escuchar y  el gritar no se encuentren completamente liberados para todas las personas.
Próxima funciones: los viernes de octubre y noviembre, a las 20.30 hs., en el Centro Cultural Raíces (Agrelo 3045). Reservas: 4931-6157
Ficha técnica: Intérpretes: Carmen Yannone, Irene Gaulli, Silvia Balbuena, Anastacia Giménez, Natalia Morales. Coreografías: María Zegna. Diseño, luces y equipo técnico: Leandra Rodríguez,
Santiago Schaerer. Dirección: Alejandra Egido. Guión: Lea Geler y Alejandra Egido. Diseño escenográfico: Adrián Levy. Vestuario: María O. Duración: 45 minutos.
Nicolás Fernández Bravo
nhicuf@arnet.com.ar

Luna Teatral. Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz




En el espacio de El Museo de las Mujeres, se presentó en tres funciones, una para  público invitado, y dos para público en general una puesta que trabaja sobre dos categorías, género y etnia, unidas en una misma problemática: la discriminación. En un planteo de encrucijada histórica, desde la Colonia hasta nuestros días, el tema de la violencia sobre los cuerpos femeninos, la fuerza sobre la razón y la justicia, el cuerpo convertido en objeto, en mercancía; tierra fértil para el deseo y el lucro, son las temáticas puestas en acto en la sala que albergaba a un público ansioso por el discurso escénico que desde el relato y la danza, daban cuenta del proceso inacabado de la recuperación de la palabra, para dar cuenta de una narración oculta no dicha por el discurso oficial. Las querellas familiares que encerraban dos tipos de abusos sobre los cuerpos, el primero sobre las esclavas negras compradas en la feria de novedades, y luego convertidas en mancebas de sus amos, madres de sus hijos naturales; y el producido sobre las mujeres en general en una época donde sus derechos no existían porque su calidad de sujetos históricos tampoco estaba reconocida, da pie para el inicio, para la llegada de las actrices a la arena de esa plaza – circo donde desde una voz en off se nos invita a presenciar un espectáculo único. Cubiertos los rostros de las esclavas con velos negros, sin velo la mujer del amo que reclama un trato justo para sí, y que solicita la complicidad de la palabra de aquellas que si bien están en registro inferior de clase, son compañeras de abusos e infortunios en una tierra donde la ley patriarcal es el universo conocido. La iglesia y su aceptación del statu quo, cuando no la incitadora al mismo, está también presente en el relato, cómo no podría estarlo, cuando en la intervención de la defensa de los derechos de la mujer se trata para imponer un criterio autoritario y restrictivo. La puesta acierta cuando pone en evidencia como ese discurso distorsiona la mirada de todas, y provoca el enfrentamiento de quienes deberían estar unidas por el dolor y la necesidad de justicia. El rol de la mujer en las luchas de Independencia, y sobre todo de la mujer negra, que busca en una geografía distinta, su hogar, su patria y su destino, acallando muchas veces la voz de los ancestros que sin embargo emerge con fuerza en la canción y en la danza, donde el cuerpo por fin expresa en libertad su propia historia. La performance propuesta por Lea Geler y Alejandra Egido es la puesta en escena de diferentes textos escritos por mujeres afrolatinoamericas, tanto textos históricos como poéticos[1] que nos llevan por un recorrido vivencial desde el siglo XVIII al presente. La puesta in situ en el espacio del Museo de la Mujer, lugar de mil y una historias vivas, desborda de público que intenta ingresar para poder atrapar un retazo de esos crueles relatos. Mientras el espacio del público se amplia, por dicho motivo, se reduce el espacio escénico, y en ambos se contaminan lo histórico, lo social y lo privado, de las pequeñas narraciones compartidas. El clima, entre lo ritual y lo real, se va construyendo a partir de la intensidad del discurso en primera persona de cada performer. Relatos que tienen su núcleo duro en la problemática de género, que tienen que ver con el lugar que estas distintas mujeres han ocupado a lo largo de la historia,  como también el lugar que cada una de las actrices ocupa hoy en nuestra sociedad. La fuerte impronta femenina que se genera, en los 45 minutos que dura la performance, permite que nosotros como receptores confirmemos que “la vida real ha invadido al teatro”. Siguiendo a Schechner:

Se ha escrito mucho sobre la performatividad creciente de la vida cotidiana, sobre los modos en que el teatro ha influido y se ha infiltrado en religión, política, medicina, profesionales, deportes y casi cualquier otra cosa que se nos pueda ocurrir. Aquí hablo de un movimiento en la dirección opuesta. Los modos en que la autenticidad, real o supuesta, de la religión, el compromiso, la creencia, etcétera, han contribuido a formar un teatro que se cree, un tipo de teatro donde actores y receptores (“espectadores” o públicos” son palabras demasiado pasivas) están completamente comprometidos en lo que están haciendo. Son suyas las historias, los personajes son ellos mismos o personas que ellos conocen, las situaciones son específicamente pertinentes a sus vidas, los lugares donde actúan son parte específica de su comunidad; a menudo, sus acciones tienen consecuencias. En el teatro que se cree, la vida real ha invadido al teatro (2000: 149)

Especialmente, en las cuatro actrices que ingresan con sus rostros tapados, vedados, como si negando sus facciones pudiéramos ver en ellas a aquellas tantas mujeres afrolatinoamericanas, mujeres que a pesar de ser sometidas y ultrajadas tuvieron el coraje y la dignidad para engrandecer su condición de mujer, en primer lugar, y de latinoamericanas, y de su ascendente africano. Si la población negra, en general, fue silenciada, la mujer en especial, fue animalizada. Cincos personajes que exigen, entre el llanto y el grito mudo, ante una sociedad que las ha invisibilizado, personajes que se construyen a partir de la fuerza interior de cada actriz, explicitando una corporalidad femenina. Tristes huellas en nuestra memoria, cicatrices que aún sangran, pero que son necesarias para la construcción de nuestra identidad, individual y social, para terminar de una vez y para siempre con aquel circo –que se menciona al inicio y al cierre del hecho teatral- que invitaba, “pasen y vean”, a observar a ese “otro” considerado diferente. El planteo de esta performance es una experiencia casi religiosa, en su sentido más laico, en tanto que es una experiencia en comunidad, donde todas y todos tenemos un punto de encuentro con estos testimonios de vida que desde el espacio lúdico nos interpelan y nos hace tomar consciencia de todo lo que falta por hacer. Por último queríamos destacar que a partir del 5 de octubre, Afrolatinoamericanas se presentará todos lo viernes de octubre y de noviembre  a las 20: 30 en el Centro Cultural Raíces que está en Agrelo 3045.

INADI Apoyo Institucional


Fe de erratas Centro Cultural Raíces Agrelo 3045. CABA

Distinción de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Giras. La Habana Cuba.Enero 2013

La Cia TES y la obra "Afrolatinoamericanas de voces , susurros, gritos y silencios",
fue invitada al Festival Afroplabra 2013 en La Casa de Africa en La Habana.
Contamos para la participación en este evento, con el apoyo de la Cancilleria Argentina que nos otorgó los pasajes.Y de la Embajada de Argentina en Cuba .

Presentación de la obra en La Sala teatral El Sótano de la Compañia Rita Montaner

La Habana. Sala el Sótano.

Ensayos de la Obra en la sala habanera El Sótano y entrevistas.



Carta del Festival Afropalabra a la Cía TES.