TES

viernes, 16 de diciembre de 2011

La Comedia Negra busca marcos de trabajo abiertos haciendo eje en
el teatro, pero incorporando la danza, el canto, la música, las artes
plásticas y las nuevas tecnologías multimedia en su búsqueda
artística y en sus puestas en escena.
De este modo, si en las escasas representaciones
que incluyen la presencia negra en el país se los
coloca como esclavos/as, aumentando la
sensación de lejanía temporal, y se obvian a los
descendientes, el mestizaje y la diferenciación
interna comunitaria y nacional, la Comedia Negra
busca generar algo distinto. En palabras de
Susana Platero, la idea es “desmitificar el
pintoresquismo negro”. No se quiere una
cristalización de exotismos, sino la creación de
un espacio compartido de diálogo, de
reencuentro de una narración reprimida, que muy pocos llevan
consigo como “memoria” pero que la mayoría porta como “olvido”. Es
un reencuentro que toma cuerpo, mente y palabra para cambiar
nuestras percepciones y nos hace fluir más allá de los límites
“raciales” impuestos desde los grupos de poder. Aspira -a través de la
puesta en juego de los dramas sociales/performances- ganar espacio
de discusión pública y, sobre todo, proveer herramientas de
empoderamiento a la población marginalizada a través de la reflexión
artística.